En esta mi primera ruta por la Sierra de Aralar, ha sido totalmente reveladora para ir afianzando un poco como tengo que planificarme las rutas de montaña. No sólo planificarme, poder entender la información de una ruta prevista, bien planificada por mi o por otra persona.
Ya os comenté la ruta que tenía previsto hacer, pero finalmente realicé una ruta diferente.
La ruta inicial la verdad es que pintaba muy bien, parecía ser una aventura fabulosa. Lamentablemente el punto de inicio de la ruta se encontraba en un tramo de difícil acceso para coches que no están pensados para andar fuera del asfalto, y aunque algún que otro valiente llega hasta allí con coches no adecuados, yo no me atreví… a mitad del camino de pista forestal me di la vuelta y decidí aparcar más abajo y estar más tranquilo, lo que me hico meterle unos cuantos kilómetros a la jornada y desnivel.
No fue un día con mucho sol, no fue especialmente caluroso y la jornada fue muy entretenida.
Al principio me pareció algo soso empezar a caminar por pista forestal, pero el despertar de los pájaros entre los árboles la verdad es que hizo ese trayecto muy agradable. Finalmente cuando llegué al inicio de la ruta original del track que tenía pensado seguir, me encontré con todos los coches que me habían adelantado en la subida :-). Tras pasar la cancela ya se nota que es un camino menos transitado por vehículos y tras caminar unos pocos metros llegamos a un punto que nos anima el inicio de la jornada con una panorámica genial del parque.
A esas horas mañaneras nos encontramos a los rebaños que salen a disfrutar de esa libertad fuera de su corral. Y en este mi primer rebaño en ruta, aunque no el primero (no soy tan urbanita), me dio un poco de reparo intentar cruzarlo siguiendo el camino.
Esta imagen la saque justo antes de intentar darme la vuelta para rodearlas, pero esas que están ahí de pie pastando, me hacían ojitos… Y claro, tras haber leído que el fin de semana anterior una persona fue arrollada por una vaca, ya no me sentía seguro para intentar la aventura de cruzar el rebaño.

Mientras intentaba encontrar un buen sitio para rodear el rebaño me encontré con una persona que caminaba por las inmediaciones que mira tu que suerte la mía era el pastor de este rebaño. Cuando le pregunté para rodear el rebaño, el hombre amablemente me animó a cruzarlo y me acompañó para hacerlo. Mientras caminábamos, le mencioné al pastor que prefería ser precavido tras lo sucedido recientemente a lo que él me respondió quitándole hierro al asunto: «Eso es gente que se ha tenido que meter con los animales, son animales mansos por eso están sueltos por el monte»
La verdad es que no me tranquilizo mucho su comentario ya que él se dedica y a ello y sabe como manejar este tipo de animales pero si su compañía para cruzarlo. En ese momento que ambos nos acercábamos al rebaño ya se había levantando un viento interesante e íbamos por ese camino charlando, cuando de repente el pastor se alarma y me agarra para que nos demos la vuelta! claro, me asusté un poco, pero gracias al pastor que me libró de una meada de vaca que me hubiera obligado a suspender la jornada por humedad extrema. Si… de las tres que veis de pie en la foto, la de la derecha del todo. Una gran meada con alevosía y puntería que gracias a la pericia del pastor safamos.
El tema quedó en una anécdota graciosa, pero unos kilómetros más adelante me volví a encontrar otro simpático rebaño.

¡Esta vez no estaba el pastor! así que teniendo visible un camino para rodearlas sin problema y teniendo cerca una «via de escape» en caso de percance, rodeé este asentamiento vacuno, así que a partir de este segundo encuentro con vacas no volví a encontrarme ninguna más por el camino.
La ascensión tiene un desnivel muy progresivo sin ninguna dificultad técnica como podéis ver en las imágenes y más abajo en el vídeo resumen. Justo antes de salirme de este tipo de sendero para ir en busca de la primera cumbre me encontré a un grupo de montañeros que recorrían el mismo camino en dirección opuesta a la mía. Nunca me había encontrado a tanta gente junta caminando por el monte.
Así que llegó el momento de aventurarnos, salirnos del camino, de ir a mi primera cumbre por encima de los 1000m. Y siguiendo el track pasamos al lado de monumentos históricos. Lamentablemente, reconocibles por la placa conmemorativa ya que parece cualquier cosa menos lo que anuncia como podéis ver en la imagen.
En el circulo de piedras que está más adelante había una bolsa de plástico, estilo a bolsa de basura, que más que un monumento parecía un sitio sin recoger por el plástico ondeando al viento con cuatro piedras encima.
Al lado de este monumento existe otro en mismas condiciones y aspecto, por lo que visto uno visto los dos. Así que tras lamentarme un poco continué el camino a mi primera cumbre con las pilas recargadas por estar caminando en verde y fuera de caminos de todo terreno.
Mi primera cumbre Olamuño 1261m en donde me llevé un poco de desilusión al llegar y no encontrar nada que indicara que era la cima, así que tras buscar un ratito por la zona continué el camino hacia la segunda cumbre de la ruta. Ontzanburu 1281m y primer buzón!

Ya empezaba a notar el cansancio y ya me di cuenta que era imposible continuar la ruta para completar las 21 cimas que bien prometía el inicio de la jornada. Pero el encontrar mi primer buzón me animó a continuar a la siguiente cumbre, Muñotxikieta 1261m en donde me di una vuelta por la zona y tampoco encontré nada que indicara la cima de esta pequeña cumbre.
Con el paisaje precioso entre cumbres desde Muñotxikieta y el track en el móvil, ya vi que era difícil conseguir la siguiente cumbre y continuar el camino que marcaba el GPS, por lo que decidí bajar y atajar camino monte a través para volver al camino por el que había subido. No antes de acordarme el autor del track y darme cuenta de que es una auténtica máquina montañera en donde ni sumándole un 40% más de tiempo, yo no llegaría a completar la ruta, si es que estoy hecho un cacas.
Lo importante, es que he disfrutado mucho del camino de subida y en al bajada cuando paré a comer también!

Caminar por verde es mucho más divertido y cómodo.
Así que tras finalizar la tangente hasta volver al camino por el que subía, la vuelta al coche solo era volver por un camino ya conocido pero igual de emocionante disfrutando de los paisajes desde la perspectiva del descenso.
El total de la ruta fueron unos 24km y tiempo activo unas 7h 46m, podéis ver un análisis más detallado en la web de ibpindex de la ruta que os estoy contando.
Para finalizar el artículo de esta aventura os dejo un pequeño video resumen del trayecto de este día, que aunque no hizo un tiempo espléndido si fue el justo para disfrutar de la jornada.
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